domingo, 13 de junio de 2010

En el Corazón de las Glorias

Dicen muchos que esto de las cofradías es algo que va más allá de las procesiones, que va ligado a lo emocional, como un sentimiento más. De hecho, es normal que cada uno tenga debilidad por alguna hermandad o imagen, que, como se suele decir, le guarde "un sitio en su corazón". En este sentido, hay quien afirma que, en reciprocidad por tanto cariño, tanto la Virgen como el Señor deberían tener un cariño especial a esta ciudad. Quizás sea por ello este fin de semana, además de por la salida extraordinaria de La Estrella, está marcado por la de unas advocaciones de Gloria que bien podrían ser el reflejo de esta idea: las del Inmaculado Corazón de María y el Sagrado Corazón de Jesús.

Las primeras pudieron disfrutarse ayer. Primero, en Torreblanca, donde, por tercera vez consecutiva fue la Virgen la que la que visitó a sus vecinos, en lugar de recibirlos en su iglesia como hace cada año cuando, por septiembre, se celebra la Romería del arrabal. Así, a la vera del Canal de los Presos, las carretas y caballos fueron sustituidos por costaleros, incienso y una parihuela sobre la que paseó la Reina de un barrio que se ha convertido en uno de los referentes de las Vísperas y que ahora aspira a serlo también de las Glorias. 

Lo mismo sucede, aunque con mayor tradición mariana, en Heliópolis, donde, casi a la par, salió otra talla del Inmaculado Corazón de María que fue el germen de la actual hermandad de La Misión y que cumplió  por todo lo alto sus primeros 50 años de vida. Como siempre, no le faltó la compañía de los vecinos de la zona ni la de numerosos alumnos, tanto actuales como antiguos, del Claret que tantas veces le han demandado protección y ayuda, y que quisieron compartir con Ella su día grande.

Y esta tarde, mientras San Antonio camine por San Vicente, procesionará por Nervión el Sagrado Corazón de Jesús, que paseará por las calles de Nervión y visitará a unos enfermos de San Juan de Dios que volverán a pedirle salud y a darle las gracias al Cielo por poder verlo un año más. Lo hará sobre un paso que cedió a hermandades como la del Carmen Doloroso o la del Cristo de la Bondad de San Leandro en sus primeras salidas y que, como cada mes de junio, se convertirá en altar itinerante de una de las devociones más importantes y arraigadas entre los más mayores.

Así, Sevilla, la misma ciudad que guarda en su corazón un lugar de privilegio para Jesús y María, podrá contemplar cómo son los suyos. Será según sus cánones, entre pasos y procesiones, en pleno Junio Eucarístico y con los barrios como testigo. Porque este fin de semana los cofrades hispalenses viajan al centro de la religiosidad sin moverse de casa, porque tanto ayer como hoy estarán viviendo en el Corazón de las Glorias

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