sábado, 19 de junio de 2010

De vacaciones en el taller

Quedan casi 300 días para un nuevo Domingo de Ramos y las hermandades ya se encuentran inmersas en preparativos. De hecho, muchas aprovechan estos meses para restaurar a sus titulares. Así, en Jesús Despojado continúan esperando que la Virgen de los Dolores y Misericordia regrese a la capilla de Molviedro una vez que finalicen los trabajos que sobre ella está realizando Pedro Manzano (puedes leer más sobre ello aquí).

En principio, su retorno está previsto para septiembre y hasta entonces compartirá 'casa' con otra Virgen sevillana que desfila por las calles de la ciudad en Semana Santa, la de la Luz en el misterio de las Tres Necesidades de La Carretería. Y es que la imagen de la corporación del Arenal fue trasladada la pasada semana al taller del imaginero trianero y allí se le sustituirá su actual candelero por uno nuevo. Según las primeras estimaciones, la talla podrá estar de vuelta a sus capilla para el inicio de los cultos de regla, que comenzarán justo a la vuelta de las vacaciones de verano.

Pero no serán estas dos las únicas imágenes marianas de la ciudad que pasarán los meses estivales en un taller. De hecho, en las Glorias también habrá una restauración, la de la Reina de Todos los Santos, que en las próximas semanas visitará el taller de Juan Manuel Miñarro para que éste modifique y sanee las zonas de anclaje de la talla, así como de las estructuras de sujeción de la ráfaga y la imagen del Niño Jesús. En este sentido, se prevé que los trabajos finalizarán en la segunda quincena de septiembre, por lo que la Virgen podría estar en Omnium Sanctorum para presidir los cultos preparativos de su próxima salida procesional a primeros de noviembre.

A ésto, habría que unir los trabajos que el IAPH está realizando sobre el paso del Gran Poder (puedes volver a leer sobre ello aquí) o la restauración a la que también se está sometiendo desde esta semana al del Señor de la Oración en el Huerto de Montesión. Y es que, mientras muchos cofrades cuentan los días para marcharse de vacaciones a la playa, parte del patrimonio artístico de nuestras hermandades comienzan a vivir las suyas propias en talleres de imaginería. Es su particular forma de 'recargar las pilas' para que, a la vuelta de verano, puedan lucir mejor que nunca en sus respectivos altares y casas de hermandad. Porque si a nosotros, que no llegamos al siglo de vida nos resulta más que necesario descansar y retomar fuerzas, cuanto más lo será para tallas como éstas que llevan siglos a sus espaldas.

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