lunes, 14 de junio de 2010

Nones a Madrid

Fin de la historia. Después de dos meses de acalorado debate, por fin se cerró el tema del posible traslado del Señor de las Tres Caídas de La Esperanza de Triana a Madrid. Definitivamente, por una apabullante mayoría, los hermanos de la corporación decidieron que el Rey de la calle Pureza se quedase en casa, por lo que la Semana Santa de Sevilla no tendrá representación alguna en el Vía Crucis público que se celebrará, bajo la presidencia del Papa Benedicto XVI, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en agosto de 2011.

Como se preveía, la consulta estuvo marcada por la tensión y la polémica. Muchos criticaron a la junta de gobierno por su falta de diligencia a la hora de llevar el tema, señalando que no se ha dado información puntual de cómo se iba a llevar a cabo o en qué estado se encontraban las negociaciones. Del mismo modo, también se hicieron públicos los datos del estudio al que se sometió la talla del Señor en el IAPH, aunque no se dijo más que el estado de esta era bueno y que estaba en condiciones de viajar a la capital. Con todo, a la hora de votar, el resultado fue de 121 sufragios favorables al traslado y 418 en contra, por lo que el 'Moreno de Triana' siguió los pasos de El Cachorro y no se moverá de su capilla.

Y eso que el hermano mayor de la corporación defendió que la operación, valorada en unos 55.000 euros y que movilizaría a unas 300 personas, contaba con la financiación de dos entidades (una de ellas el Consejo de Hermandades y Cofradías) que aportarían un total de 64.000 euros y que Helvetia se había comprometido a asegurar a la talla durante el viaje. Pero nada, no hubo forma de convencer a los partidarios del 'No' para que variasen el signo de su voto, por lo que Rouco Varela tendrá que acudir a su plan B, otro Cristo Caído de otra provincia, para completar las catorce escenas pasionistas que pasearán por La Castellana bajo la atenta mirada del Papa.

Se cierra así a uno de los principales focos de interés cofrade desde que finalizó la pasada Semana Santa y que, según algunos desde Madrid, "reafirma que las hermandades no están en total sintonía con la Iglesia". En este sentido, quizás habría que preguntarse si es necesario, con la que está cayendo, hacer tan exagerado alarde de magnificencia para la visita de un Papa. ¿Acaso no dice la Biblia que se puede adorar a Dios en todo lugar? A ver si con lo que se critica a las cofradías por la suntuosidad de sus cortejos, ahora que una decide poner algo de cordura en plena crisis, en lugar de valorar su decisión, se va a continuar con los ataques. Es probable que éso sea lo que finalmente ocurra, aunque, en cualquier caso y para tranquilidad de los hermanos de la Esperanza de Triana, el Señor de las Tres Caídas escuchará los reproches desde su casa en la calle Pureza.

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