viernes, 16 de julio de 2010

El palio que se viste de Glorias

16 de julio, Día del Carmen. Llegamos a una de las festividades marianas más importantes para los cofrades hispalenses y que cristaliza en la salida de varias Vírgenes con esta advocación por las calles de la ciudad durante estos días. Así, el pasado sábado estrenamos el ciclo en San Leandro y ayer el río se vistió de mar con la Reina de Calatrava. Hoy, en la jornada que el calendario marca como propiedad inexcusable de la Virgen del Carmen, toca ver un palio que se viste de Glorias.

Saldrá, un año más y van ya demasiados, desde la ojiva de San Román, ya que las obras de Santa Catalina continúa siendo una obra que, por fin, tuvo un principio, pero a la que no se le ve el final. Seguro que al pasar por allí, tanto Ella como su Hijo vuelven la cara mirando el templo y que, incluso, se les escapará alguna imperceptible lagrimilla que se perderá entre el vaivén de las bambalinas. Porque hoy, Sevilla verá a la única Virgen de Gloria que pasea bajo palio, que responde al nombre de Carmen y que sale a la calle cuando lo dice el calendario, ni antes ni después.

Será, pues, una tarde en la que se notarán aires de Semana Santa fundidos con los de el mes de mayo, en el que el avistamiento de esta Reina Marinera en tierra servirá para paliar los efectos de una espera que, durante el verano, se hace mucho más larga. Porque hoy, la mejor síntesis cofrade de la ciudad paseará por las calles, regalando sones de marchas, reflejos de varales y candelería, con una advocación letífica y un Niño Jesús en brazos. Y es que hoy no sale una Gloria cualquiera, sino la del Carmen de Santa Catalina.

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