Con la cantidad de iglesias en obras que teníamos desde que empezó el verano (puedes verla aquí), que acaben los trabajos en la primera de ellas es la mejor de las noticias posibles. Y es que, desde hace unos días, los titulares de la hermandad de Las Penas de San Vicente ya descansan en su propia capilla, toda vez que se han arreglado los problemas de goteras que provocaron las lluvias del pasado invierno (para volver a leer sobre ello, pulsa aquí).
Así, durante las últimas semanas se han acometido actuaciones que han permitido la impermeabilización de la bóveda de azulejería, la reconstrucción del molduraje y el casetonado deteriorado tras las filtraciones de agua. Además, se ha pintado todo el interior de la capilla y renovado de forma integral la iluminación por una nueva más eficiente. Con todo, el Señor de las Penas y la Virgen de los Dolores se han encontrado como nueva su 'habitación' en la parroquia, volviendo a brillar en ella con luz propia.
De esta manera, se pone fin al primero de los exilios cofrades del presente verano. Curiosamente, justo cuando en La Magdalena se ha iniciado el que, por ahora, ha sido el último. Allí, los titulares de El Calvario han ocupado el presbiterio con motivo de los trabajos de limpieza que se están llevando a cabo en su capilla. Dentro de unos días regresarán allí, haciendo lo que han hecho Las Penas durante estos días y lo que Jesús Despojado, El Baratillo y El Cristo de Burgos podrán realizar ya en septiembre. Y es que, aunque quedan dos meses para volver de las vacaciones, afortunadamente, la primera hermandad que había dejado su 'casa' ya ha vuelto a ella.
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