viernes, 7 de enero de 2011

Cien días

Ayer hablábamos del nuevo escenario de la espera, ¿y qué mejor que comenzarla con una cifra redonda? Porque hoy nos encontramos a tan sólo cien días de un nuevo Domingo de Ramos. De hecho, a partir de mañana mismo, dejaremos de hacer la cuenta atrás con tres cifras para hacerla con dos (una cosa que ya está haciendo el contador del blog), algo que nos acerca mucho más a ese día en el que la ciudad respira de manera diferente y en el que, como reza el refrán, "a quien no estrena se le caen las manos".

Todavía queda para que comience a montarse la rampa del Salvador, para que la Puerta Carmona aparezca engalanada con una pancarta que anuncie que allí "Se hacen capirotes", pero cada vez está más claro que "ya queda menos", como lo demuestran las colecciones de los periódicos, como lo harán también en breves escaparates como los del Corte Inglés, porque Sevilla ya mira hacia adelante y comienza a vislumbrar a lo lejos la cruz de guía de La Paz por el parque o a un pequeño nazarenito de La Borriquita pidiendo la venia en Campana.

Y es que la Semana Santa sigue avanzando poquito a poco y de frente para volver, como siempre, a su casa, que la espera con las puertas abiertas y a sabiendas de que a su contador ya no le hacen falta tres dígitos, porque con dos ya tiene bastante e, incluso, de sobra. Porque aquel camino tan largo que comenzamos a comienzos de abril de 2010 ya está casi andado. Sólo queda por delante el último tramo, ese que se abrió cuando perdimos de vista al Rey Baltasar y que sacará a sus últimas parejas cuando estrenemos la Cuaresma, el próximo 9 de marzo.

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