sábado, 22 de enero de 2011

El reflejo de la espera

Entre espera y espera, pasos. Así funciona Sevilla, que sigue preparándose para sus días grandes entre DVDs y procesiones que comienzan a aparecer en el calendario con cuentagotas. Así, hoy por la tarde tendremos la segunda salida de este 2011 y, de nuevo, con un Niño Jesús de protagonista y por las calles del centro. Será desde el Santo Ángel, sobre un trono de plata y con un apellido que evoca a la República Checa pese a ser más hispalense casi que la propia ciudad, al haber nacido en su otrora Calle Real, hoy denominada de San Luis.

Sin embargo, por estar inspirado en su homónimo milagroso de Praga, ha decidido tener DNI extranjero, aunque pasee de la forma más sevillana posible, entre una incipiente bulla que irá poco a poco creciendo durante los próximos meses hasta estallar por todo lo alto cuando las túnicas y capirotes inunden la ciudad, pero que hoy sólo tendrá ojos para verle a Él. Sobre todo, porque entre igualás y preparativos, será lo que más nos acerque a los días grandes, en un año que, como su efigie, apenas ha comenzado a crecer.

Por ello, la procesión de esta tarde, se encargará de recordarnos que las Navidades quedarón atrás y que aquel Niño cuyo nacimiento celebramos hace unas semanas ya está más criadito y va camino, como cada año, de iniciar su camino hacia el Calvario, ese que da sentido a cada primavera y sin el que esta ciudad, a buen seguro, no sería la misma. Debido a esto, y aunque muchos crean que es una más, la procesión del Niño Jesús de Praga del Santo Ángel es especial, no sólo porque sea la segunda que vemos en los 22 días que llevamos de este 2011, sino porque sintetiza a la perfección el estado de una espera que sigue creciendo y que, gracias a Dios, tiene vías de escape como esta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario