Como pasa cada año, la Semana Santa de este 2011 viene cargadita de efemérides. La primera de ellas se conmemorará bien pronto, el mismo Domingo de Ramos, cuando La Amargura conmemorará el primer centenario de su denominación como Silencio Blanco. Esta data del año 1910, cuando un cabildo general impulsado por José Prados dio a la corporación su carácter actual, en el que pese a no vestir de ruan oscuro ni ir sin música adquirió los rasgos típicos de las de negro durante su estación de penitencia.
Así, desde entonces, Sevilla ha ido conociendo a la cofradía por ese nombre, acuñado por la advocación del Cristo, del Silencio en el desprecio de Herodes, y el color de las túnicas de sus nazarenos, siendo secundada por una renovación estética tanto de sus pasos como del cortejo, dando a la corporación su identidad actual, esa cuya banda sonora se resume en esa marcha que la banda de las Tres Caídas dedicó a la hermandad hace años con ese mismo nombre y que revolucionó el mundo de la música de cornetas y tambores.
Pero como muchos no pudimos vivir esa transición, sino que nos hemos encontrado directamente con el resultado de ello, un misterio cuyas figuras secundarias talló Cayetano González y el palio que renovó por completo Rodríguez Ojeda, la corporación de San Juan de la Palma celebrará una exposición en la sede del Mercantil, en la calle Sierpes, donde se podrá ver el resumen de ese cambio. Será del 11 a 20 de marzo, cuando en apenas unos metros se sintetice lo que sucedió a lo largo de varios años y que cambió para siempre el devenir de una hermandad, ésa que cada Domingo de Ramos deja claro que el hábito no hace al monje y que para ser seria en esta ciudad no hay que vestir de negro, puesto que el Silencio también se puede vestir de Blanco.
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