Hoy, las calles del centro volverán a abarrotarse, a vivir un ambiente de bullas y apretujones esperando para ver algo. No será una cofradía, aunque muchos lleguen a reconocerla como tal, pero sí un cortejo que despierta tanta ilusión como cualquiera de esos que preceden a pasos con un ejército de túnicas y capirotes. Porque, dentro de unas horas, la ciudad será tomada por la Cabalgata de los Reyes Magos, que echará a andar a eso de las 16.15 desde el Rectorado.
Entonces, la Estrella de la Ilusión abrirá un despliegue de carrozas, personajes infantiles, beduinos y caramelos entre los que se intercalarán Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes saludarán como es tradicional a los más pequeños antes de visitarlos por la noche, mientras duermen, para hacerle entrega de sus regalos. Poniendo la banda sonora, los villancicos interpretados por las bandas infantiles de Sevilla, que, al igual que el ambiente, pondrán la nota cofrade a una tarde en la que, además de a lo que se ve en ese momento, se mira hacia adelante.
Así, los pequeños pensarán en qué encontrarán con su nombre puesto a la mañana siguiente y los cofrades, por su parte, estarán deseando que el Rey Baltasar comience a perderse de vista para empezar a tener en mente las Vísperas. Porque a partir de esta tarde, la Navidad empieza a despedirse hasta el año que viene y nos deja con una espera que será amenizada por los sones de cajas y pitos de caña desde Cádiz, pero que tendrá como única meta en el horizonte una nueva Semana Santa. Y es que cada vez quedan menos, porque la siguiente que pase por Campana será La Borriquita.
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