Puede que quien hoy se haya pasado por la capilla del Rosario, en la calle Dos de Mayo, se haya llevado una sorpresa mayúscula que, incluso, le haya obligado a mirar inmediatamente un calendario. No en vano, a algo menos de tres meses de que sea Lunes Santo, la hermandad de Las Aguas ya tiene montado su palio. Y no es porque sean más previsores que nadie o no puedan esperar, sino porque la parihuela presente a unas deficiencias que deben ser subsanadas antes del 18 de abril, cuando la cofradía salga rumbo a la Santa Iglesia Catedral.
De hecho, pese a ser nuevo el paso, su tablazón presentaba un hundimiento en la parte central, por lo que los hermanos Caballero han tenido que restaurarlo. Así, se le han montado dos patas centrales desmontables, que servirán para arreglar el mencionado desperfecto mientras la parihuela esté en el almacén. Igualmente, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se ha revisado la estructura de los varales y el techo de palio, a fin de dejarlos en óptimas condiciones de cara a la Semana Santa.
Con todo, por unas horas, la Cuaresma pareció adelantarse a la espalda del Maestranza, ofreciendo una estampa para la que aún nos queda bastante tiempo, pero que muchos estamos deseando apreciar no sólo en este templo, sino en todos Porque la Semana Santa no sólo son las túnicas y los capirotes, sino también la espera y eso se nota en detalles como el de un paso de palio que, aún sin Virgen ni candelería, ha servido para confirmarnos que el tiempo sigue corriendo y que el final del trayecto, poco a poco, ya se va acercando.
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