viernes, 8 de abril de 2011

El futuro llega a la Semana Santa

Era de esperar. Pese a que muchos crean que en el mundo de las cofradías se vive en el más férreo inmovilismo, lo cierto es que el microcosmos de túnicas y capirotes sin el que mucho seríamos incapaces de imaginarse a la ciudad sí que se va adaptando a los tiempos. Por ejemplo, adecuándose a unas nuevas tecnologías cuya presencia entre nosotros se está haciendo cada vez más habitual, hasta el punto de que, incluso, amenazan con dar un nuevo formato a lo tradicionales programas de mano pasando del tradicional papel a otro de tipo digital.

Ya desde hace años, no son pocos los capillitas que se bajan los recorridos y horarios de las hermandades desde Internet y, yendo un poco más allá todavía, El Llamador intentó en 2010 pasar a los móviles a través del Bluetooth, con varios puntos de descarga dispersados por la capital hispalense que, desgraciadamente, no pudieron cumplir siempre su función de manera satisfactoria. Quizás por ello, y con algo más de tiempo de por medio, la Universidad de Sevilla ya ha puesto en circulación una aplicación para smartphones en la que, incluso, podrán seguirse los movimientos de las hermandades en tiempo real, a través del GPS, lo que permitirá saber en cada momento qué cofradía está más cerca de nosotros y, por tanto, por donde podemos tirar y por donde no.

De momento, es pronto para evaluar su repercusión entre los cofrades, que ya pueden descargarla por apenas 0,79 euros en las distintas plataforma de ventas online de aplicaciones e, incluso, cuenta con una extensión adicional con un archivo de fotografías de los días grandes que, unido a la base de datos que han dispuesto en el programa los alumnos de Telecomunicaciones que lo han diseñado lo convierte en un serio competidor para las tradicionales recopilaciones de recorridos y horarios, que no sería de extrañar que copiaran la iniciativa. De hacerlo, estrenaríamos una nueva forma de organizarnos en Semana Santa que, sin duda, tiene visos de ir cogiendo poco a poco el relevo a un papel que, no obstante, le plantará cara para quedarse para siempre entre nosotros.

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