miércoles, 8 de septiembre de 2010

Mezcolanza de aires y ambiente franciscano

Ahora sí que se puede decir que comienza el mes de septiembre en clave cofrade. Ya se había insinuado antes, a través de carteles anunciadores de salidas procesionales e igualás. Pero hoy, más que nunca, la ciudad despierta de su letargo veraniego y comienza a latir, aunque sea sólo por unas horas, al son de marchas procesionales. Como las que esta noche, con el sol aún resistiéndose a acostarse, saldrán de los instrumentos de  la banda de música del Sol, que acompañará a la Virgen de Guadalupe.

Se trata de la primera de las muchas salidas que nos esperan en los próximos días y de una talla que trae consigo una auténtica mezcolanza de aires que se compaginan con el ambiente franciscano de San Buenaventura. Y es que hablamos de una advocación de marcado carácter extremeño, puesto que ostenta el patronazgo de la comunidad autónoma y, no en vano, sale a la calle el día en el que se conmemora su festividad. Pero además, y aunque sea como una brisa lejana, el nombre de Guadalupe nos lleva al otro lado del charco, a México, donde la Virgen es venerada como Señora y Salvadora de nuestras almas.

Pero aquí, en plena semana de regreso al trabajo, paseará por las calles del centro, perfumando de incienso el corazón de una ciudad que comienza a reencontrarse con sí misma. Porque gracias a esta pequeña talla que muchos desconocen y que la mayoría se encuentra casi por casualidad durante su salida, el sevillano se da cuenta de que el verano está cogiendo las maletas para marcharse, que la playa, definitivamente, quedó ya atrás y que, por fin, ha regresado a Sevilla.

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