martes, 14 de septiembre de 2010

Un Corpus en pleno septiembre

Parecía que el Junio Eucarístico había quedado ya atrás y que íbamos a tener que esperar hasta el año que viene para ver nuevas procesiones del Santísimo. Sin embargo, para que no nos falte de nada, la vuelta a la normalidad cofrade nos trae la última salida de este tipo en el barrio de San Bernardo, donde, cuando caiga la tarde, las vísperas del otoño parecerán, de nuevo, los últimos días de la primavera o los primeros del verano, cuando, hace dos tres meses, aún paladeabamos el sabor reciente de la Semana Santa, las Glorias y las Cruces de Mayo.

Así, la Custodia de la parroquia, esa que durante años salió en la fecha que todos entenderiamos normal que lo hiciera en San Julián, se paseará por las calles de la feligresía, que las recibirán con mucho menos público que cualquier Miércoles Santo, pero con igual devoción, ya que no todos los días se pasea por ellas Dios vestido de Sagrada Forma. De este modo, se vivirá una estampa peculiar, que será anunciada por Maruja Vilches y que, como tantas otras procesiones, irá a medio camino entre el recuerdo y la espera.

Porque, en unas horas, nos despediremos, ya de manera definitiva, de un tipo de salidas que volveremos a ver cuando ya hayan pasado los días grandes. Pero, además, servirá de recuerdo de que, en Sevilla, no todo son túnicas y capirotes, sino mucho más. Como, por ejemplo, esta salida de hoy, original y tan característica de un barrio que resucita cada año, cuando llega el Miércoles Santo, pero que recibe la visita del Cielo cuando la ciudad comienza a volver a la vida tras las vacaciones de verano.

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