lunes, 27 de septiembre de 2010

Crónica de un relevo anunciado

Estaba claro que el desastre de la salida procesional de la Virgen del Carmen de Santa Catalina iba a tener conscuencias (recuérdalo aquí). La más clara e inmediata ha sido la destitución del capataz Alfonso Hijón al frente de la cuadrilla, cediendo el mando de la misma, de manera provisional a toda una institución en el mundo del martillo y el costal: Carlos Morán Fernández, que lleva más de tres décadas mandando el paso de misterio de la hermandad de San Benito, la Virgen de Valvanera y que también lo fue de María Auxiliadora de Nervión y la santificación de Sor Ángela.

Del mismo modo, este próximo 1 de noviembre debutará en la corporación de Santa Catalina llevando a la segund tituar letífica de la misma: la Virgen del Rosario. En principio, se trata de un nombramiento puntual y transitorio, puesto que sería sólo para esta procesión y no tiene asegurada su continuidad hasta el año que viene. Sin embargo, la experiencia del capataz de La Calzá y su buenhacer con el martillo podrían abrirle de par en par las puertas de un cargo al que, probablemente, éste tampoco haría ascos.

En cualquier caso, ya sea con este capataz o con otro, lo cierto es que la hermandad se ha puesto manos a la obra para dejar atrás una importante crisis que no sólo ha dejado una factura de más de un millón de las antiguas pesetas en época de problemas económicos, sino que ha perjudicado gravemente su imagen. Y es que, por si no fuera poco el exilio que lleva sufriendo desde hace más de un lustro y la falta de recursos monetarios, el hecho de que el paso encadenase un choque con otro no hizo más que daño a una cofradía que, para muchos, siempre ha sido un referente dentro de las Glorias.

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