Hoy, a escasas 24 horas de que Almonte viva su particular Madrugá en torno a una ermita blanca en mitad de las marismas y un palio diferente a todos pero capaz de embobar a cualquiera que haya cruzado las arenas para verlo, todo el protagonismo cofrade de la jornada en Sevilla estará en uno de sus puntos más alejados del centro. Concretamente, en Torreblanca, donde por la tarde procesionará San Antonio de Padua, el mismo que da nombre a la parroquia del barrio de la que no sólo salió el primer Corpus de este 2011 hace un par de semanas, sino también la decana de penitencia de las Vísperas cada Sábado de Pasión, la hermandad de Los Dolores.
Y como ambas procesiones, el patrón de la feligresía cruzará el arrabal de punta a punta, hasta terminar rindiéndole pleitesía a la otra gran devoción de sus vecinos, el Inmaculado Corazón de María, que lo esperará en su casa como siempre, siendo partícipe una vez más de uno de los días grandes de este barrio en el que a pesar de que la Catedral ni se intuya por su lejanía se escucharán más fuerte que nunca los sones de una agrupación musical, la de Virgen de los Reyes, sin la que ya no se pueden entender las cofradías en este punto de la ciudad.
Por este motivo, no serán pocos los capillitas que tirarán de coche o de los servicios del 29 para acudir a ese límite en el que la capital hispalense comienza a perder su nombre y empieza a responder por Alcalá, porque en este fin de semana en el que todo el mundo mira al Rocío, sigue habiendo vida más allá de la aldea y del propio corazón de la ciudad. Y es que este hoy palpitará con más fuerza que nunca en el punto en el que arranca el camino hacia Málaga, porque hoy todo el protagonismo cofrade lo ostentará Torreblanca gracias a San Antonio Padua.
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