El día de hoy suena a cornetas y tambores. No en vano, los primeros minutos de la jornada han tenido esos sones desde la mismísima Giralda, donde la banda del Sol, como no podía ser de otra manera, no ha faltado a su puntual cita de cada 29 de junio, volviendo a interpretar las Lágrimas de San Pedro. Así, los primeros compases del penúltimo día de la sexta hoja del calendario de este 2011 han venido teñidas de plumas y uniformes azules, con la banda sonora de una pieza clásica que desde la torre hispalense más insigne ha bendecido los cuatro costados de la ciudad.
Y no sólo una vez por cada uno, sino tres, mirando hacia el Aljarafe, el Alcázar, la plaza de San Francisco y la de la Virgen de los Reyes, para que nadie se quede sin esa nana que nos lleva a la cama en esta noche de verano y que volverá a darnos los buenos días en doble sesión: a las 9.30 y a las 12.00 horas para recordar que celebramos la onomástica del primer Papa de la historia, ése discípulo que se convirtió en la piedra angular sobre la que se asentó una iglesia que en la capital de Andalucía sólo somos capaces de entender de la mano de las cofradías.
Por eso hoy, aún sin pasos de por medio, todos tendremos una sonrisilla especial e, incluso, habrá quienes se escapen a la Catedral para ver la guardia que montan los lanceros de la banda del Plantinar. Porque Sevilla es así, capaz de hacer que San Pedro venga a llorar a ella cada mes de junio, confirmando que una vez más el verano ha llegado, utilizando como bando para ello, curiosamente, a la primera banda que acompaña a un paso en la Carrera Oficial cada año. Y pensar que en apenas nueve meses ya tendremos nazarenos por las calles...
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