martes, 7 de junio de 2011

Un epílogo de lo más esperado

Si hay una hermandad que espera 'como agua de mayo' que Juan Ignacio Zoido comience a dirigir los destinos de la ciudad esa es, sin duda, la de Las Cigarreras. Sobre todo porque la llegada del nuevo rector municipal puede servir para darle solución a una de las mayores preocupaciones de la corporación: su futuro en la capilla de la hasta hace bien poco fábrica de tabaco de Altadis, que se había enquistado, y de qué manera, durante la última legislatura, en la que la dejadez del PSOE y el anticlericalismo recalcitrante de IU a punto estuvieron de darle más de un disgusto (recuérdalo aquí).

En principio, la cofradía se agarra a que, en su programa, el nuevo rector hispalense dijo que promovería cuantos acuerdos fuesen necesarios para favorecer el desarrollo de las hermandades, por lo que se prevé que uno de los primeros traiga consigo la cesión de por vida del templo a la corporación del Jueves Santo, máxime cuando Urbanismo dijo tenerla prácticamente aprobada en 2009 y el problema residía en la negativa de una fuerza política que, hoy por hoy, no cuenta en la toma de decisiones. Además, no hay que olvidar la especial vinculación que siempre ha tenido el Partido Popular con Los Remedios, por lo que no sería para nada descartable que la situación se desbloqueara definitivamente en breve.

De momento, no existen ni fechas ni plazos, sino simplemente una expectativa que desea ser colmada en breve, certificando que esa vinculación que nació hace 46 años entre la hermandad y la otra orilla de la ciudad seguirá para siempre, desapareciendo el peligro de un retorno a Los Terceros que ninguna de las partes implicadas desea ni espera contemplar. Habrá que esperar para ver cómo llega el último capítulo de un culebrón que comenzó hace demasiado y que ahora, por fin, parece estar arribando a su capítulo final.

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