lunes, 27 de junio de 2011

A la espera de ser ubicado

Sevilla ya tiene un nuevo monumento. Hace unos días se presentaba oficialmente la estatua que Juan Manuel Miñarro ha labrado en bronce para honrar la memoria del Papa Juan Pablo II, que en 1982, con motivo de la beatificación de Santa Ángela de la Cruz, se convirtió en el primer sumo pontífice que visitó tierras hispalenses. De hecho, se trata de un trabajo que se inició a los pocos meses de su fallecimiento, en 2005, y que ya se encuentra presta y dispuesta para que el Ayuntamiento decida, a la mayor brevedad posible, dónde ubicarla.

Y precisamente ahí es donde radica el principal problema con el que se está encontrando la obra, puesto que sus promotores la encargaron con la idea de que fuese colocada junto al magnolio de la Catedral, aunque el anterior Ejecutivo Municipal mostró sus reticencias a ello, lo que provocó que se le buscasen nuevos destinos como, por ejemplo, junto a la basílica de La Macarena. No obstante, la llegada de Zoido a la Plaza Nueva parece haber solucionado un poco la situación, hasta el punto de que, al menos de momento, el monumento irá a su emplazamiento original, pese a que todavía no se ha confirmado que se trate de su ubicación definitiva.

De momento, lo único que se sabe es que, según el nuevo alcalde, "estará en un lugar que se merece", por lo que habrá que esperar para saber cuál es, pese a que la lógica apunta a que debería ser junto a la Seo. De ser así, junto a ella veríamos a partir de ahora al 'Papa Viajero', con su eterno gesto amable y una mano alzada que parece bendecir tanto como da ánimos. Falta nos hace que lo haga, sobre todo con la que está cayendo. Por ello, no estaría de más encontrarle pronto su sitio para que nos eche una manita desde ahí arriba.

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