Hoy entramos de lleno en el Junio Eucarístico. Lo haremos en una jornada en la que tendremos sesión doble de cofradías, con un par de procesiones que servirán de avanzadilla de lo que nos queda por delante hasta que tengamos que cambiar de nuevo la hoja del calendario. De hecho, a primera hora de la mañana, el Santísimo se paseará por las calles de El Porvernir, con el primer Corpus (segundo que verá la ciudad tras el de Torreblanca) que saldrá del modo tradicional: bajo palio y sin pasos.
Y ya por la tarde, todas las miradas se dirigirán a Nervión. Allí, el Sagrado Corazón de Jesús, como es habitual, nos anunciará a bombo y platillo que entramos de lleno en el segundo mes de las Glorias. Entonces, la bulla se arremolinará en torno al paso que más cofradías han utilizado en nuestra ciudad y sobre el que se lucirá, entre sones de la oliva de Salteras y los últimos rayos de sol, la principal advocación letífica del Hijo de Dios tal y como salió de la imaginación y la gubia del genial Antonio Illanes.
Así, como quien no quiere la cosa, la capital hispalense recibirá con los brazos abiertos esas cuatro semanas en las que la Virgen cederá parte de su protagonismo en favor del Señor, que volverá a campar a sus anchas por las calles de una Sevilla que se quedaron con las ganas de verlo muchas más veces durante la pasada Semana Santa y que a partir de ahora tendrá tiempo para desquitarse de ello, de una manera distinta, pero que sabe a Gloria como siempre.
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