lunes, 3 de octubre de 2011

La solución: Virgen de las Mercedes

A pocas calles de la ciudad de Sevilla las está rodeando tantísima polémica en los últimos tiempos como a la avenida Pilar Bardem (anterior General Merry). Todo viene porque el nuevo alcalde, el popular Juan Ignacio Zoido, ha mostrado públicamente su intención de cambiar el nombre de esta arteria del Tiro de Línea, alegando que su actual denominación fue poco menos que dada a dedo por la anterior corporación municipal por la cercanía política de la actriz con el socio de gobierno del PSOE, IU. Del mismo modo, el hecho de que esta no se mostrase orgullosa por el reconocimiento y poco menos que dejase sin importancia el hecho de haber nacido en Sevilla reforzó la idea de que esta modificación era necesaria.

Pues bien, pese a que en un principio se pensó en opciones como la de llamar a la avenida Antonio Burgos, la posibilidad que ahora mismo tiene más fuerza es, sin duda, la de la Reina del barrio, la Virgen de las Mercedes. Tanto es así que la propia hermandad de Santa Genoveva se ha puesto manos a la obra para conseguirlo, contando desde primera hora con el apoyo incondicional de sus vecinos, que no han dudado en recoger firmas y hacer campaña. Tanto es así que en menos de una semana más de 1.500 sevillanos se han adherido a esta iniciativa, lo que refuerza, y de qué manera, sus visos de terminar haciéndose realidad.

En este sentido, hay quienes no han dudado en señalar que la cofradía se ha metido 'en camisa de once varas' sin necesidad, creando una especie de cisma entre la ciudad progresista, partidaria de mantener el nombre de la Bardem, y la tradicional, que apoya al de la Virgen. Sin embargo, es más lógico pensar en que, simplemente, se ha promovido una solución al problema que huyese de ideologías y amiguismos, con un eje vertebrador fundamental para la zona como bandera y que, a diferencia de las personas, siempre permanecerá allí. Quizás hubiese sido más bonito que todo hubiese surgido a propuesta del Consistorio, pero si cuenta con el beneplácito mayoritario de sus vecinos, ¿qué más da?

Y es que después de más de cinco décadas en la zona, siendo faro y guía para todos aquellos que viven allí, que cada tarde se acercan a visitarla en su parroquia, ¿hacen falta más motivos para pensárselo? Cierto es también que Ella no necesita que su nombre figure en el rotulo de una calle, pero nadie lo merece más. Por eso, sólo queda esperar que en la plaza de San Francisco caigan en la cuenta de que la solución a la polémica ha estado siempre ahí delante, pero que no se ha querido hacer notar. Porque el Tiro de Linea ya se ha pronunciado, alto y claro. Ahora le toca al Ayuntamiento dar el paso adelante y aceptar. 

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