A quien corresponde

En esta ciudad, muchas veces perdemos de vista la importancia de las Glorias por estar cegados con las penitenciales. Y, mal que nos pese, es una verdad como un templo. De hecho, basta con comparar la brutal diferencia entre los números de hermanos de unas corporaciones y otras, de público en ambas procesiones, de que prácticamente no hay cofradía con nazarenos de la que el gran público no sepa casi todo mientras que con muy pocas letíficas ocurra lo mismo. Es incluso tanto el desconocimiento que llegan a darse situaciones curiosísimas en nuestra ciudad, quizás por no pararse a investigar sólo un poco.

Por ejemplo, resulta tremendamente curioso que en la capital hispalense tengamos a la Patrona del Deporte y que nuestros dos principales equipos, Sevilla y Betis, no se encomienden a Ella cada inicio de temporada o le ofrezcan sus triunfos. No en vano, los nervionenses acuden para ello a la Virgen de los Reyes, en la Catedral, mientras que los verdiblancos han hecho lo propio durante años en el Gran Poder, aunque en últimamente han cambiado San Lorenzo por las parroquias del Corpus Christi y el Claret, ambas en su barrio. Y mientras, al otro lado del río, en Santa Ana, ajena a ofrendas y actos mediáticos se encuentra la Divina Pastora de Triana, la misma que, desde 1964, vela por todo aquel que compite y a la que salvo honrosas excepciones como el Cajasol de baloncesto, nadie le pide porque le vaya bien durante la campaña.

No deja de ser curioso en una ciudad como la nuestra, y en un mundo como el de las cofradías en el que a muchos les falta tiempo para sacar pecho por lo que sea, que pase esto. Porque es obvio que la Virgen de los Reyes es la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis o que pocas devociones están tan arraigadas como el Gran Poder e, incluso, resulta justificable acudir a parroquias cercanas a pedir ayuda divina. Pero, si tenemos a la Patrona del Deporte en nuestra ciudad, ¿para qué ir a otro lado? Puede que todo venga por falta de información, porque hablamos de una de Gloria o por copiar clichés de otras ciudades en las que, por otro lado, hacen lo que tienen que hacer en este sentido, puesto que la Divina Pastora cuidará de todos por igual pero sólo puede estar en la Catedral de Triana.

Basta recordar que cuando el año pasado la Vuelta a España salió de aquí la organización llevó el maillot de líder a sus plantas para que lo bendijera. Y pensar que en nuestra ciudad a la causa de ese detalle apenas se le echa cuenta. Quizás por ello el mayor representante del que muchos califican como uno de los deportes más intelectuales, el baloncesto, lleven tres años seguidos intentando paliar este error que todo el mundo pasa por alto. Porque esta tarde el Cajasol no irá sólo a hacerse la foto protocolaria a Santa Ana, sino que pedirá suerte a quien le corresponde: a la Divina Pastora de Triana.