Ayer hablábamos de que la hermandad de Las Aguas se había convertido en la gran 'mayorista' de piezas patrimoniales para las cofradías de la provincia. Hoy, no tenemos más remedio que volver a hablar de ello, puesto que la corporación de la calle Dos de Mayo, tras haber vendido su anterior paso a Las Tres Caídas de Dos Hermanas y su Magdalena de Eslava a La Expiración de Carmona, ahora ha cerrado una operación que llevará a los cuatro Evangelistas que presidían las esquinas del viejo canasto rumbo a la vecina localidad de Alcalá de Guadaíra.
Concretamente, las piezas, talladas por José Paz Vélez en 1.961, lucirán a partir de la próxima Semana Santa en el misterio de La Oración en el Huerto, una operación que unida a las anteriores, y según las propias palabras de la junta de gobierno de la del Lunes Santo, "servirá para paliar la difícil situación económica" que esta atraviesa. Del mismo modo, quienes dirigen los destinos de la cofradía confirmaron que ya no se harán más ventas, queriendo calmar así los ánimos de muchos hermanos que criticaban esta dinámica tildándola casi de expolio.
Así las cosas, parece que las ofertan han terminado en la calle Dos de Mayo, que en los últimos meses ha visto cómo algunas de las señas de identidad durante su pasado reciente han encontrado un nuevo destino. Quizás, la hermandad no ha tenido elección y los pagos de su nuevo misterio hayan obligado a llevar a cabo estas ventas. Y es que a veces para mirar al futuro hay que dejar de hacerlo con respecto a lo que hemos dejado atrás. Porque, como la energía, la historia en el mundo de las cofradías ni se crea ni se destruye, tan sólo se transforma. No en vano, en 2.012 habrá tres puntos de la provincia donde habrá un pedacito de Las Aguas.
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