miércoles, 17 de marzo de 2010

Pendientes del tiempo

Así llevamos toda la Cuaresma. Observando sin descanso el cielo y los partes meteorológicos para saber qué tiempo nos espera, si podemos dejar al paraguas guardando la casa o nos tendrá que acompañar a cada paso. Tras casi tres meses de lluvia ininterrumpida que finalizaron hace una semana, el sol ha vuelto a hacernos una visita, aunque lejos de aportarnos tranquilidad, seguimos 'con las carnes abiertas' por si, de cara a la Semana Santa, decide ceder de nuevo su sitio a las nubes plomizas que, por desgracia, tan usuales se han hecho para nosotros en los últimos tiempos.

Hasta el momento, sólo teníamos a las cabañuelas como referencia, cuyos pronósticos eran bastante halagüeños, vaticinando que los días grandes estarían despejados en su totalidad o casi. Sin embargo, los primeros modelos meteorológicos para las fechas que tenemos marcado en rojo en nuestro calendario parecen dejar estas predicciones en cuarentena. De hecho, hace 48 horas que aparecieron los primeros avances para el Domingo de Ramos y éstos no han dejado de variar. Al principio daban cierta posibilidad de agua, más tarde la daban por seguro y, a última hora de ayer, la descartaban. Eso sí, siempre se han mantenido, en mayor o menor medida, las probabilidades de chubascos para el Viernes de Dolores, Sábado de Pasión y Lunes Santo.

Así, a 11 días del estreno de la Semana Santa, de nuevo la lluvia nos vuelve a poner un nudo en el estómago. Aunque, al menos, podemos mantener la esperanza de que, como ha sucedido con los vaticinios meteorológicos durante las últimas horas, la cosa pueda cambiar y los frentes y borrascas terminen por marcharse a otro sitio a partir de la semana que viene. Es la misma situación de todos los años, aunque en esta ocasión con el miedo acumulado de haber vivido el invierno más húmedo que podemos recordar. De todas formas, como siempre, sólo nos queda desear que el sol no nos abandone y esperar.

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