Hace unos meses, la revista 'Pasión en Sevilla', de ABC, presentaba un fantástico reportaje sobre las andas del Gran Poder bajo el título 'El paso al que nadie mira'. Dentro de apenas una semana, ocurrirá justo lo contrario, puesto que la parihuela del Señor de Sevilla serán examinadas, y con lupa, por el IAPH, organismo que, tras un pormenorizado estudio de su actual estado, dictará qué métodos de conservación son los que más se ajustan a sus necesidades.
La junta de gobierno que preside Enrique Esquivias ha tomado esta determinación tras observar el progresivo empeoramiento del paso, uno de los más antiguos de la Semana Santa hispalense. No en vano, data de 1688, cuando Antonio Ruiz Gijón (autor también, entre otros, de El Cachorro) acometió todas las piezas de imaginería de las andas, contando con la ayuda de Bernardo Simón de Pineda (retablista del Hospital de la Caridad) para el tallado de la canastilla. Sin embargo, quizás por llevar encima a quien lleva, ésta ha sido una de las obras patrimoniales de la hermandad a la que menor atención se le ha prestado en los últimos años, algo a lo que se le espera poner remedio con este estudio.
Para ello, el próximo lunes volverá,sin faldones, a recorrer las calles de la ciudad mandado por los Villanueva, yendo no hacia la Catedral sino a La Cartuja, donde esperará a conocer si resulta necesario que sea intervenido de manera urgente o si, por el contrario, puede 'sanarse' con un 'tratamiento en casa'. Todo para que en la próxima Madrugá esta parihuela pueda brillar con luz propia en la noche mágica de Sevilla, con menos fuerza que a quien posa sus pies sobre ella, pero sí con todo el esplendor que merece cualquier obra maestra. Una obra maestra que en el IAPH, en unos días, pasará del ostracismo a ser mirada con lupa.
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