Dice una norma no escrita que justo después del día de la Inmaculada es el momento indicado para que se monte el portal de Belén. Y lo cierto es que algunos, incluso, se han adelantado, puesto que desde primeros de mes alguno que otro promovido por entidades públicas abrieron sus puertas, al igual que la Feria del Belén, sirviendo como el mejor heraldo posible de una Navidad que se encuentra a la vuelta de la esquina y que, por unos días, nos cambia las inconografías de las imágenes en la ciudad, pasando de las tradicionalmente pasonista a otra en la que el protagonisa es un Niño a cuyas plantas se rinden pastores y unos Reyes Magos que cada día parecerán estar más cerca.
De hecho, hasta que las fiestas nos digan adiós cuando se cumpla la primera semana de 2011, las imágenes dejarán de estar presentes sólo en pasos, que seguirán procesionando hasta el día 22, para dejarse ver, entre paneles, serrín y figuras, prácticamente en cualquier lugar. Así, como cada año por estas fechas, comenzarán las excursiones a los belenes de instituciones públicas e iglesias, desde el tradicional de Cajasol hasta los monumentales de la Anunciación y el Salvador. Mientras, en cada casa, también se les hará hueco para que presidan salones y entraditas de cara a unos días en los que se conmemorarán los más de dos milenios que han transcurrido de la llegada al mundo del mejor de los nacidos.
Con todo ello, la ciudad se adaptará a un nuevo ritmo, el mismo que acabará cuando, curiosamente, los periódicos anuncien las promociones de Semana Santa que nos servirán de anuncio y avanzadilla de los días grandes. Pero, hasta entonces, el Niño será el protagonista, en portales que se multiplicarán por doquier y en miles de colgaduras de balcones en los que dentro de menos de 130 días brillarán los damascos. Y es que el tiempo sigue avanzando poco a poco y cada vez a la espera menos fechas le van quedando.
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