En un año que en clave musical vamos a despedir cargado de cambios, la continuidad también se abre hueco. De hecho, a las despedidas de la banda de la Expiración de Morón de Las Siete Palabras (recuérdalo aquí), la de Virgen de los Reyes a Los Gitanos (mírala aquí) o la del Cautivo de Sanlúcar la Mayor y Aznalcázar de Santa Genoveva (releelo aquí), les ha seguido la confirmación oficial de un contrato indefenido para la agrupación musical de la Redención en La Milagrosa.
De esta manera, la joven corporación de Ciudad Jardín quiere dar continuidad a los sones de su paso de misterio desde el principio, prolongando la vinculación de la formación que lo ha acompañado en el año de su estreno para muchísimo tiempo más. Y es que el ser una cofradía con poca edad no es sinónimo de no querer hacer las cosas bien, aunque muchos piensen lo contrario. Así, en la agrupación parroquial del Sábado de Pasión quiere dejar claras desde el principio sus señas de identidad, para lo cual, se ha peocupado de perpetuarlas de cara al futuro.
Con ello, de aquí a unos años será normal que Redención nos evoque a la tarde previa de un Domingo de Ramos, al modo de como ocurre con el Arahal en La Hiniesta, Dos Hermanas en La Estrella o Cigarreras en San Gonzalo. Porque si algo va bien, ¿para qué cambiarlo? La lástima es que igual que La Milagrosa está dando continuidad a algunas cosas, está corriendo demasiado en otras como el hecho de poner tres bandas para su, de momento, exiguo cortejo. Sin embargo, quizás eso pueda achacarse a su corta juventud y para subsanarlo sólo haya que dejar pasar un poco el tiempo.
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