miércoles, 8 de diciembre de 2010

El día de la Virgen

Llegamos a uno de esos días que están marcados en rojo en el calendario cofrade de la ciudad. No en vano, y más allá del 15 de agosto, hoy es el día de la Virgen, el día de la Inmaculada. Y si la lluvia quiere, cosa que a tenor de los pronósticos meteorológicos parece harto difícil, tendremos, como no puede ser de otra forma, pasos por las calles para celebrarlo entre sones de marchas de Semana Santa y olor a incienso. Será, siempre y cuando las nubes nos den la venia, en Los Remedios y Nervión.

En el primero de los dos barrios, a partir de las 11.00 horas de la mañana, verá procesionar a la Inmaculada de los Padres Blancos, acompañada de las notas que regalen los músicos de una banda del Sol que esperan no ser los únicos retazos del astro rey en un día tan grande. Sobre todo, porque si el cielo viste de ruan negro y no de azul Hiniesta, nos quedaremos, por enésima vez en este 2010, con la miel en los labios, compuestos y sin cofradías.

Lo mismo sucederá a la vera de la Gran Plaza, donde la Virgen de Caacupé (lee sobre ello aquí) espera hacer su debut al otro lado del charco, regalando aires de Paraguay a una zona que bien podría definirse como el centro económico de la capital hispalense. De este modo, cambiará el Paraná por el Guadalquivir, paseando por un barrio que dentro de unos días nos anunciará la Navidad sobre un paso. Pero, hasta que eso ocurra, todavía nos quedan Glorias por disfrutar, eso sí, siempre y cuando el tiempo lo permita.

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