Una auténtica revolución

Así se puede catalogar lo que se está fraguando de cara a la Semana Santa del próximo año, en la que, probablemente, tengamos más cofradías, bastantes más, en Carrera Oficial. No en vano, Asenjo, puesto a congraciarse con las corporaciones de Sevilla, está gestando una auténtica revolución, en la que las Vísperas van a tener muchísima importancia. De hecho, casi todas van a poder llegar a la Santa Iglesia Catedral en apenas unos meses, siempre y cuando alguna pueda solventar ciertos plazos en su modificación de reglas.

Y es que el Arzobispado va a dar vía libre a la incorporación de La Misión, Pino Montano, Pasión y Muerte, y La Corona, así como permitirá que cada año una de las más alejadas pueda llegar al centro, comenzando en 2011 por Torreblanca. Así, el Domingo de Ramos, La Borriquita saldrá a primera hora de la mañana, para presidir la Misa de Palmas en la Catedral y su sitio en la nómina del día lo ocupará La Misión. Por su parte, el Martes comenzará antes en Campana, con Pino Montano, que llegará media hora antes que El Cerro. Mientras, el Miércoles será el turno de las más lejanas, que, como ha quedado dicho, se turnarán abriendo el día. Para ello, se trasladarán el Viernes de Dolores a la parroquia más cercana al centro, en Vía Crucis y, a partir de ahí, harán el recorrido en el ecuador de los días grandes. En este sentido, la hermandad de Torreblanca ya tiene avanzadas las negociaciones con La Sed, para que le de cobijo.

Así mismo, el Jueves Santo empezará en Triana, con una cofradía de Pasión y Muerte que será declarada de penitencia en los próximos días. Por su parte, La Corona inaugurará a partir de ahora el Viernes Santo, consiguiendo por fin un objetivo que se puso entre ceja y ceja hace años. En cualquier caso, todo está pendiente de lo que pueda pasar con la gran damnificada de esta medida, La Milagrosa, que, a buen seguro, reclamará su sitio. Incluso, se llega a apuntar desde la propia corporación que están dispuestos a llegar al mismísimo Vaticano con su queja.

Con todo ello, en pocas fechas tendremos la confirmación de que Asenjo no es tan inmovilista como parecía y que no tiene ningún tipo de problema con todo aquello que huela a incienso, túnicas y capirotes. No en vano, va a ejecutar la reforma más grande jamás vista en la Semana Santa. Para que después se le critique tan duramente como hemos hecho aquí mismo. Por eso, como es de sabios rectificar, lo hacemos, aplaudiendo una decisión que, más que nunca, deja claro que estamos ante una fiesta absolutamente abierta.

PD: ¡Feliz día de los inocentes!