domingo, 13 de noviembre de 2011

El clasicismo del Amparo

Cerramos una semana que ha sido capicúa en el blog. De hecho, la abrimos en lunes en la Magdalena, hablando del CD Aniversario de la hechura del Cristo del Calvario (recuérdalo aquí) y la vamos a terminar justo en el mismo sitio, aunque dejando a un lado los aires penitenciales y cambiándolos por los de las Glorias. Concretamente, los que acompañarán a una de las procesiones más clásicas y románticas del periodo letífico en la ciudad, la de la Virgen del Amparo, que para muchos se encarga de dar el pistoletazo de salida a la recta final del año.

Y lo cierto es que ganas habrá y muchas de verlas en la calle. No sólo porque el pasado año la lluvia la obligó a quedarse en casa, sino también porque el líquido elemento se encargó de que ninguna de las otras tres corporaciones de la feligresía (La Quinta Angustia, El Calvario y Montserrat) pudiesen procesionar. La única excepción ha sido el Corpus de la parroquia, que sí procesionó tanto en 2.010 como en 2.011, pero sin poder evitar que la mayoría mirásemos con nostalgia a la puerta y nos acordásemos de lo que por culpa de la meteorología nos hemos perdido.

Pero hoy, todo será diferente, porque aunque las predicciones avanzan cierta inestabilidad para las horas centrales del día, prácticamente están descartados los chubascos por la tarde, por lo que la Magdalena, y con ella toda Sevilla, podrá reencontrarse con una de las Vírgenes que son santo y seña de las Glorias, que parece detener el tiempo a su paso y llevarnos al pasado mientras el presente se nos escurre entre los dedos. Es el clasicismo hecho cofradía en honor de María Santísima, la tradición que cada mes de noviembre acude puntual a su cita como cada año. Porque hoy no sale una Virgen cualquiera, sino la del Amparo.

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