De la Síndone a Écija

Hace más de un año, prácticamente cuando este blog daba sus primeros pasos, nos hicimos eco de la presentación del Cristo de la Universidad de Córdoba, salido de las gubias de Juan Manuel Miñarro y que reflejaba fielmente todas y cada una de las señales de tortura que se aprecian sobre el hombre reflejado en la Sábana Santa de Turín (recuérdalo aquí). Hoy, meses después de que esta obra haya debutado incluso procesionalmente en la capital califal (de ello hablaremos antes de que finalice el año, puesto que merece y mucho la pena), otra imagen del mismo autor y casi con la misma inspiración acapara titulares y protagonismo.

Se trata del Señor del Amor, titular de la asociación parroquial de El Prendimiento de Écija, que también ha sido creado a imagen y semejanza de la Síndone aunque recreando cómo sería antes de pasar por todo el martirio, aunque eso sí, sudando sangre tal y como cuentan los Evangelios. Es decir, que si tomamos el lienzo de Turín como el verdadero retrato de Jesucristo, este Cristo astigitano sería probablemente su mejor reproducción. Y lo cierto es que desde su bendición, el pasado día 18, está gustando y mucho, tanto por este detalle como también por sus rasgos clásicos y vinculados a la imaginería del barroco sevillano. Se ve que los Martínez Montañés, Mesa, Roldán y compañía no iban para nada desencaminados.

Ya lo pudieron comprobar en su nueva localidad el pasado domingo, en una procesión extraordinaria en la que acaparó flashes y miradas que, a buen seguro, desean verlo cuanto antes encima de un paso, porque tal vez así pudo ser realmente cuando nos visitó en carne y hueso. A partir de ahora, será un vecino más de Écija, probablemente uno de los que más visitas acapare entre propios y extraños. Quizás será el justo premio que reciba por haberse escapado entre las costuras de la Síndone de la mano de Miñarro y cristalizar en el titular de una cofradía que, incluso antes de convertirse en hermandad, ya se ve que apunta bien alto.