Hace poco más de una semana nos hacíamos eco de la suspensión de los conciertos líricos previstos en San Leandro durante el IV Ciclo Musical en Conventos Hispalenses (recuérdalo aquí) y con el que se iban a recaudar fondos para solventar los problemas de conservación del citado templo. En este sentido, cabe recordar que la negativa del Arzobispado a que se llevase a cabo dicho evento por no ser de música sacra obligó a buscar una nueva sede, algo que se ha conseguido hacer y sin que se varien demasiado los objetivos iniciales que tenía esta propuesta.
Y es que aunque se anunció que sería la iglesia de Santiago la que acogería la representación de Carmina Burana (ayer y el próximo sábado) y de un espectáculo de ópera y zarzuela (hoy y el día 26), al final la organización se decantó por el refectorio de San Agustín, que regenta la hermandad de San Esteban. Del mismo modo, la recaudación se destinará íntegramente a la restauración de San Leandro, lugar en el que, por otro lado, la propia organización confirmó que no era viable realizar las funciones por la resonancia de las piezas a interpretar y el mal estado del inmueble.
En cualquier caso, nunca se desmintió la negativa del vicario, que provocó una importante polémica al respecto la semana pasada. Sea como fuere, lo cierto es que al final se ha encontrado una solución que deja contenta a todas las partes implicadas y que pertmitirá, en mayor o menor medida, que uno de las joyas más desconocidas de la ciudad, el convento de San Leandro, pueda mejorar su estado y volver a tener, aunque sea poco a poco, ese esplendor que jamás debió de perder. No estaría mal que esta fuese la primera piedra de un camino que entre todos podamos llegar a recorrer.
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