Prácticamente nadie dudaba de que en 2.012 el martillo del misterio del Señor de la Sentencia, de La Macarena, iba a cambiar de propietario. De hecho, de todos era sabido que Miguel Loreto lo iba a dejar tras la Madrugá de este año (recuérdalo aquí). Sin embargo, el hecho de que la lluvia nos dejase sin la noche mágica de Sevilla hizo que alguno que otro pensase en que quizás el relevo iba a posponerse un año más. Pero los achaques de Loreto y la firmeza de su decisión no han dado ningún margen a esta opción.
Así, la hermandad confirmó el pasado fin de semana que Ernesto Sanguino será quien dirija a la cuadrilla, ayudado por Juan Antonio Eliso Vélez, que hará las veces de segundo. Una noticia que a nadie coge desprevenido, puesto que se trata de la mano derecha de Antonio Santiago, capataz general de la corporación, y, por tanto, aparecía en todas las apuestas como el principal candidato a hacerse con el martillo. En este sentido, la cofradía de San Gil ha hecho buenos los pronósticos y ha depositado en él toda su confianza para iniciar una nueva etapa tras 32 años con Loreto delante del Señor.
Con todo ello, queda claro que la delantera del misterio de la Sentencia no tendrá definitivamente el sonido de la voz quebrada de su capataz de las últimas tres décadas como banda sonora, puesto que ya le ha llegado el relevo, aunque, previsiblemente, sin que ello traiga consigo una reformulación de la forma de andar que caracteriza este paso. Cambian las caras, pero no el sello de un barco que se mueve al compás que marcan los plumeros de los Armaos y siempre de costero a costero. Porque la esencia permanecen, sólo se renuevan los protagonistas que deben conservarla.
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