jueves, 24 de noviembre de 2011

Con denominación de origen

Pocas hermandades tienen una estética tan definida y característica como la de El Sol. No en vano, la hasta ahora última corporación en incorporarse a la nómina oficial ha apostado desde sus orígenes por los cánones decimonónicos, recuperando elementos como el palio de caoba, la Sacra Conversación, un Cristo alegórico o las túnicas de ruan verde con antifaces hasta las rodillas (ya hablamos sobre ello aquí). Sin embargo, y como nunca llueve a gusto de todos, hay quien esperaba que una vez que la cofradía estuviese ya mínimamente asentada en el Sábado Santo se adaptase a los cánones imperantes en la Semana Santa, algo que, al menos de momento, no ocurrirá.

Sobre todo porque en El Plantinar están muy orgullosos de cómo están las cosas y así lo refrendaron la semana pasada en un cabildo en el que se preguntó a los hermanos al respecto. De este modo, la idea de continuar en la misma línea recibió un respaldo abrumador que no tuvo ningún tipo de oposición, puesto que no se registró ni un sólo voto en contra. Es más, desde la propia junta de gobierno se ha confirmado que aunque se vaya a seguir trabajando en el palio, pasando las pinturas del manto y las bambalinas a bordados, nada va a cambiar en el futuro.

Así, El Sol apuesta por salirse de lo mayoritariamente aceptado y establecido, aunque sin inventar nada, limitándose a recuperar los cánones que se seguían en este sentido dos siglos atrás. Como en todo, habrá quien se rasgue las vestiduras y califique de error esta decisión, pero lo cierto es que pocas cofradías han apostado tan decididamente por tener unas señas de identidad tan claras como las de El Plantinar. Y es que, aunque muchos piensen lo contrario, en la Semana Santa no todo se rige por el 'sota-caballo-rey', sino que, afortunadamente, hay sitio para mucho más.

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