Era casi un secreto a voces y en la noche del domingo quedó absolutamente confirmado. El próximo verano, los tres titulares de la hermandad de La Macarena (la Virgen de la Esperanza, el Señor de la Sentencia y la Virgen del Rosario) serán intervenidos por el profesor Arquillo, a fin de subsanar los pequeños problemas de conservación que sufren, razón por la cual serán retirados durante unos días del culto. En este sentido, desde la junta de gobierno se ha confirmado que los trabajos no revisten ningún tipo de importancia, razón por la cual ni siquiera tendrán que abandonar la basílica, sino que serán restaurados en las dependencias de la misma.
Así, está previsto que sea la Virgen de la Esperanza la primera en pasar por las manos del restaurador, quien ya la atendió en 1.978. Cuando lo haga, en junio, recuperará la policromía en las manos y verá cómo le cambian sus actuales articulaciones por otras más modernas y que faciliten la tarea de vestirla y cambiarla de ropa. Del mismo modo, los trabajos a los que se someterá arreglarán los desperfectos que tenga, aunque siempre partiendo de la idea de que, como confirmó el propio Arquillo, su estado estructural como el de las otras dos imágenes es "muy bueno".
Después será el turno del Señor de la Sentencia y la Virgen del Rosario, con los que prácticamente se repetirá el mismo proceso, a fin de que en menos de lo que canta un gallo vuelvan a lucir en plenitud de facultades, iniciando así un nuevo protocolo de conservación que incluye revisiones cada cierto tiempo (presumiblemente de dos en dos años) sin que haya que retirar a las imágenes del culto. Aunque esta vez será distinto, haciendo que las tres falten durante unos días de sus respectivos camarines, en unas minivacaciones que se le harán eternas a sus devotos, porque aunque sean cortas, Sevilla las notará.
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