sábado, 10 de diciembre de 2011

Dulces a cambio de ladrillos

La Navidad ya está a la vuelta de la esquina. Lo delata el frenético ritmo del centro, marcado por las compras de los más madrugadores, pero también los adornos y luces, que convierten a la ciudad en todo un catálogo de luz y de color, como los salones de muchas casas en estas fechas. Pero también nos lo dejan claro la cantidad de campañas solidarias que se han puesto en marcha durante las últimas semanas, con la única intención de echar una mano a quienes más lo necesitan. Así, ha habido recogidas de alimentos, de juguetes e, incluso, iniciativas algo más originales.

Es el ejemplo de la hermandad de las Mercedes de la Puerta Real, que entre ayer y hoy ha buscado fondos para restaurar su templo de un modo peculiar. De hecho, ha optado por preparar un altar especial con su titular mariana, a la que han vestido de una manera especial, abriendo la capilla más tiempo de lo habitual. Pero también, los más jóvenes de la corporación aportan su granito de arena con dulces y tartas caseras que venden a precios módicos en la plazoleta anexa, destinando todo lo que se recaude a pagar cuantas obras sean necesarias para que la sede canónica de la cofradía vuelva a brillar con todo su esplendor.

De este modo, y a dos semanas de que los villancicos pongan la banda sonora a la ciudad, la solidaridad sigue campando a sus anchas por la capital hispalense. Es lo que tiene esta última hoja del calendario, en la que se suele pensar más en el otro que en uno mismo, siendo la beneficencia la mejor de los escenarios posibles. Y la de la Puerta Real no será la última iniciativa de este corte, ni siquiera la más solidaria, pero sí que sirve de ejemplo de que en diciembre damos más por menos. No en vano, al final de Alfonso XII darán dulces a cambio de ladrillos.

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