Extraoficialmente, hoy se pueden dar por inauguradas las Navidades. De hecho, los primeros compases del día tendrán el inconfundible soniquete de los niños de San Ildefonso repartiendo los premios de la lotería y ya después, cuando vuelva a convertirse este 22 de diciembre en la jornada mundial de la salud, el sabor a estreno de la época de los turrones, las reuniones familiares, los Belenes y los árboles adornados vendrá acompañado de un importantísimo halo de despedida.
Porque en unas horas echará definitivamente el cierre el ciclo de pasos en Sevilla en este 2011, con la tradicional salida procesional de la Virgen del Rocío del Salvador, que paseará por las iluminadas calles del centro entre coros de campanilleros y gente haciendo compras. Será la particular revisión de Pentecostés que cada año por estas fechas hace la capital hispalense, una tradición sin la que muchos seríamos incapaces de entender la penúltima línea de la hoja que pone fin al calendario y que, cómo no, sirve como una muesca más en este camino tan largo de la espera.
Y es que cuando se cierre esta noche la puerta de la colegial, quien más de menos empezará a verla en su cabeza con su tradicional rampa, esperando la cruz de guía de El Amor seguida por nazarenitos blancos que buscan inaugurar la Carrera Oficial. Para eso, aún queda tiempo, pero a nadie se le escapa que ya queda menos, que quedan poco más de dos meses para inaugurar la Cuaresma y que ese tiempo se nos va a pasar volando. Como lo ha hecho en clave cofrade este 2011 que se nos escapa entre las manos. Pero aún nos queda disfrutar de su último tramo, de ese que tendrá ecos de marismas y un escenario de Domingo de Ramos.
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