En la calle Carlos Cañal hay una revolución que parece haberse quedado en agua de borrajas. Y eso que empezó con fuerza, a finales de la pasada Cuaresma, cuando la hermandad de La Soledad de San Buenaventura se plantó ante las continuas negativas de los Franciscanos a que salga el Señor de la Salvación y amenazó con cambiar su sede canónica. Sin embargo, los meses han ido pasando y lo mismo que hace medio año decíamos que la única novedad es que no había ninguna (recuérdalo aquí), ahora, cuando 2011 languidece, sólo podemos seguir afirmando lo mismo.
Y lo cierto es que ya a estas alturas parece que las opciones de que la cofradía salga el próximo Viernes Santo desde el Santo Ángel o la Misericordia son cada vez más remotas. Porque es verdad que quedan por delante cuatro meses hasta la próxima Semana Santa, pero teniendo en cuenta que el Arzobispado tendría que dar su visto bueno al cambio y que, como se suele decir, las cosas de Palacio van despacio desvanece prácticamente cualquier posibilidad. De hecho, a menos que haya habido conversaciones entre todas las partes implicadas que no hayan trascendido a la luz pública, se podría confirmar casi con total seguridad que La Soledad saldrá en 2012 de Carlos Cañal.
No obstante, el deseo de la corporación de sacar a su titular cristífero sigue ahí, por lo que es previsible que pudiese volver a haber movimientos al respecto en el futuro. Aunque nada inminente, sino a medio plazo. Sobre todo porque se ha dejado pasar el tiempo sin que ocurriese nada, dejando aquel ultimátum de finales de marzo casi en una pataleta que, sin embargo, no lo es. Porque las desavenencias entre la hermandad y los Franciscanos vienen de lejos y, pese a que deberían estar obligados a entenderse, parece que llegar a un acuerdo es poco menos que imposible. Por ello, en La Soledad se es consciente de que se ha perdido una batalla, pero que aún queda por delante muchísima guerra.
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