lunes, 12 de diciembre de 2011

Un Papa en Virgen de los Reyes

Muchos temíamos que la escultura que Miñarro ha realizado en honor a Juan Pablo II no conociese dónde sería ubicada finalmente antes de final de año. De hecho, la falta de consenso a la hora de elegir en qué punto se colocaría (ya hablamos de ello aquí) enquistó sobremanera el proceso. Sin embargo, en los últimos días todo parece indicar que se ha hallado una solución para la estatua que reproduce al primer Papa de la historia que visitó Sevilla, que, como imponía la lógica, estará cerca de la Catedral.

Concretamente, su lugar estará en la plaza Virgen de los Reyes, aunque sin que se haya precisado aún si será dentro del atrio de la Seo, junto al Palacio Arzobispal o en plena calle. De hecho, ese detalle es el único que aún está en el aire, sobre todo porque aunque ya hay acuerdo entre el Ayuntamiento y la asociación que ha propuesto el monumento, restan por hacerse los estudios técnicos pertinentes que deben dar el visto bueno para su colocación. En este sentido, se entiende que este no pasará de ser un mero trámite más y que más pronto que tarde se podrá dar oficialidad a la ubicación de la figura del Pontífice.

Así las cosas, resulta más que probable que de aquí a unos meses la plaza Virgen de los Reyes se convierta en el punto más eclesiástico de toda la ciudad, puesto que en sus dominios estarán ubicados la Puerta de Palos de la Catedral, por la que transitan todos y cada uno de los pasos de la Semana Santa oficial hispalense, el Palacio Arzobispal y el Convento de la Encarnación. Por no hablar del nombre de la zona, que evoca a la Patrona de la Archidiócesis, u otros detalles como la cercanía con el monumento a la Inmaculada de la Plaza del Triunfo y la Parroquia de Santa Cruz. A todo esto, habría que sumar en breve el monumento de Juan Pablo II, ese Papa de origen polaco que supo robarle el corazón a Sevilla para que ahora lo coloque para siempre cerquita de su Giralda.

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