viernes, 9 de diciembre de 2011

Una Inmaculada diferente

Si el día de ayer fue especial para Sevilla, mucho más aún lo fue para los Franciscanos, que festejaron la festividad de su Patrona, la Inmaculada Concepción. Y precisamente este detalle se ha visto más claro que nunca de la mano de una de las últimas corporaciones en incorporarse a la gran familia de esta orden, la de El Sol, que ha querido darle las gracias a su manera, utilizando para ello a su Dolorosa, que hasta el domingo de la semana que viene podrá verse de un modo diferente.

Y es que los vestidores de la cofradía del Sábado Santo han vestido a la Virgen al modo de la Inmaculada, cambiándole la corona por una aureola estrellada y ropas simulando movimiento, al modo en el que la Madre de Dios aparece representada en los cuadros, por ejemplo, de Murillo. En este sentido, cabe indicar que este hecho no es algo nuevo para esta hermandad, pues ya en 2004 presentó a su titular de la misma guisa.

Sin embargo, en esta ocasión todo tiene mucho más sentido, puesto que es la forma en la que la última hermandad en incorporarse a la nómina oficial celebra que sin vestir el marrón de El Buen Fin o sin vivir en Carlos Cañal como la Soledad de San Buenaventura también se puede ser Franciscana. Y, como suele pasar en El Plantinar, no se ha hecho como lo haría cualquiera, sino, tal y como ocurre con la estética de la propia cofradía (ya hablamos de ello aquí), a su manera.

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