jueves, 1 de diciembre de 2011

Sevilla, capital de la música cofrade

Aunque hay que reconocer que el el germen de la actual música cofrade vino importado desde Málaga, lo cierto es que la ciudad en la que más marchas y durante más tiempo se escuchan es Sevilla. De hecho, no hay prácticamente mes en el que no se pueda escuchar tras algún paso y, si esto no ocurre, están también los certámenes de bandas, sus ensayos e, incluso para los más 'jartibles', los cd´s, las radios de los coches y el muy freceuente y efectivo recurso del silbido. Es decir, que si alguien se queda sin tener como banda sonora la que acompaña a la vieja Híspalis durante sus días grandes es, sencillamente, porque quiere.

Por ello, no es descabellado decir que vivimos en la capital de este tipo de música, ya que tampoco hay que olvidar que muchas de nuestras formaciones sirven de referencia para el resto de España. Y buena muestra de ello podrá verse desde hoy hasta el próximo día 8, en los que Sevilla acogerá el II Congreso Nacional de Bandas, un encuentro en el que participarán unos 7.000 músicos y que servirá no sólo para disfrutar de cornetas, tambores, agrupaciones y demás, sino también para conocer mucho más sobre este estilo tan arraigado entre nosotros, pero del que muchos sabemos poco de cuanto ocurre relacionado con él más allá de nuestra provincia.

Así, unas 70 formaciones aportarán su granito de arena con conciertos en distintos templos de la ciudad y en el escenario habilitado especialmente para ello en el Prado de San Sebastián. Además, el día 8, por la mañana, todas realizarán un pasacalles desde la Alameda hasta la Encarnación, pasando previamente por Plaza Nueva. De igual modo, en el Casino de la Exposición y la sala Joaquín Turina se llevarán a cabo muestras y conferencias sobre estos colectivos, dando a conocer aún más si cabe su historia, evolución y peculiaridades.

Con todo ello, y justo cuando empezamos a encarar la recta final hacia unas Navidades que, como siempre servirán de antesala de la 'Precuaresma', tenemos la medicina perfecta para combatir los efectos de la espera. Y por si fuese poco, pudiendo combinarlos con las últimas Glorias. Mejor fin de fiesta, imposible. Porque Sevilla no puede sonar de otra manera, sólo a las marchas de una Semana Santa que cada año llega y se va más rápido, pero que en su capital mundial sabemos disfrutar siempre más allá de lo que marca el calendario.

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