Dos semanas. Ese es el tiempo que nos separa de un nuevo Domingo de Ramos. Apenas restan 14 días para que la Cuaresma se despida y la ciudad dé la bienvenida a sus días grandes y, por ende, también a la primavera. Algo que se verá mucho más cerca a partir de esta misma mañana, cuando todo quede presto y dispuesto para que llegue el momento y las cofradías invadan las calles. Medio mes para que el ritmo de nuestras vidas lo marque un simple cuadernillo con recorridos y horarios, para que lleven la voz de mando los programas de mano.
Y estos comenzarán a aparecer ante nuestros ojos a lo largo de los próximos días, llevando al papel (o a las aplicaciones móviles para los más modernos) lo que se comunique y acuerde hoy con el Consejo en el tradicional Cabildo de Toma de Horas, una cita que, con la capilla de Santa María de Jesús como testigo, dará el pistoletazo de salida a los planes de muchos cofrades, que ya podrán idear cómo será su Semana Santa con total y absoluto conocimiento de causa. Porque, a partir de ahora, sólo habrá que esperar que entidades, empresas, tertulias y medios de comunicación se decidan a trasladar todo eso a cualquier soporte.
Aunque, antes de que eso ocurra, ya sabremos que la espera ha cumplido una nueva etapa, que tenemos ante nosotros una nueva señal, casi definitiva, de que esto avanza, que la llegada de los días grandes es, afortunadamente, algo imparable. Y es que en unas horas sabremos todos los recorridos y horarios, sólo restará que el tiempo pase, sigamos descontándole jornadas al calendario y lleguemos a ese momento en el que las túnicas y los capirotes lleven la primavera por todas las arterias de la ciudad. Para eso quedan apenas dos semanas, aunque después del Cabildo de Toma de Horas la sensación sea de que es muchísimo menos la distancia que nos separa de la gloria.
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