Segundo sábado de mayo y, como mandan los cánones en tiempo de Glorias, no nos va a faltar prácticamente de nada por las calles de la ciudad. Y desde bien temprano, porque pese a que estrenemos fin de semana habrá que madrugar. Lo exige la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis, la Virgen de los Reyes, que saldrá en Rosario de la Aurora y de manera extraordinaria alrededor de la Catedral. Será con motivo del Año de la Fe y servirá para evocar esa mañana mágica del 15 de agosto, en el que la bulla desafía al calor y al gusto por estar en la playa para acompañar a esa Madre de Dios de corte fernandino por la que, según dicen, reinan todos los reyes.
Tras verla, muchos acudirán a Almonte, para irse preparando para el traslado de la Virgen del Rocío de vuelta a su ermita, que tendrá lugar horas después. Pero también habrá quienes se queden por estos lares para disfrutar de una tarde que también vendrá de lo más cargadito. Por ejemplo, de Cruces de Mayo, como las de La Estrella, La Cena o Mirabras, que servirán para darle más sentido si cabe a la quinta hoja del calendario, esa en la que son los más jóvenes los que se ajustan la faja y el costal para cargar y pasear por las calles esa tradición tan cofrade que heredaron de sus mayores.
Pero también habrá un Rosario Vespertino, el de la Virgen de la Caridad de Santa Aurelia, primer culto externo que realizará la corporación después de integrarse en la parroquia de San Lucas (recuérdalo aquí). Incluso, veremos el debut sobre un paso del Señor del Prendimiento de la calle Manuel Altolaguirre, que también aportará su granito de arena para que la ciudad rezume ambiente cofrade y olor a incienso, prolongando así una dinámica que arrancará bien temprano y que hará que muchos capillitas no tengan tiempo de aburrirse, al tenerlo absolutamente completo entre actos y pasos.
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