Hoy, pese a ser domingo, nuestra agenda cofrade está menos apretada de lo normal, incluyendo sólo la procesión eucarística con la que despertaremos en El Juncal y la espera de una madrugada marismeña que traerá de la mano un nuevo lunes de Pentecostés por obra y gracia de la Virgen del Rocío. Por eso, tenemos ante nosotros la oportunidad de hablar de otros temas relacionados con el mundo de las cofradías, como, por ejemplo, la polémica que está teniendo lugar con el cartel de las Glorias y sus derechos, que los últimos días han sido cedidos por su autor, José María Méndez, a la hermandad del Amparo, motivo principal del mismo (recuerda cómo es aquí).
De este modo, el pintor ha contestado a la proposición del Consejo de que, como sus antecesores, les otorgase la propiedad intelectual de la obra. A este respecto, cabe indicar que nunca ha existido acuerdo entre las partes, razón por la cual no se le ha podido dar al cartel la misma difusión que a los anteriores, sin poderlo exponer, por ejemplo, en zonas céntricas de la ciudad. No en vano, Méndez defiende que nadie le había dicho que tuviese que renunciar a nada, por lo que ha ido ganando tiempo desde el pasado mes de abril hasta optar por esta solución un tanto salomónica y que ha permitido que se pueda ver el original en la parroquia de la Magdalena.
En cualquier caso, la batalla no ha terminado todavía. Queda por ver si desde San Gregorio se va a negociar con la hermandad del Amparo la cesión de los derechos o buscar algún acuerdo de colaboración entre ambas. Incluso, hay quienes llegan a afirmar que se está buscando un nuevo cartelista que sí se pliegue a las directrices del máximo órgano cofradiero para hacer otra versión. Sea como fuere, lo cierto es que la situación ha deparado un nuevo esperpento para este Consejo que, en los últimos tiempos, se ha malacostumbrado más de lo necesario a que le saquen a relucir todas sus vergüenzas.
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