De vuelta a la calle Laraña

Hace 47 años, en 1966, los titulares de la hermandad de Los Estudiantes abandonaron definitivamente la que había sido desde su fundación, allá por 1924, su sede canónica, la iglesia de la Anunciación. Su traslado a la capilla del Rectorado, en la antigua Fábrica de Tabacos, no sólo propició el final de una importante etapa de su historia, sino la llegada al templo de la calle Laraña de la corporación de El Valle. Precisamente este ejerció de anfitriona en las tres ocasiones en las que, hasta la fecha, habían regresado las devociones de la del Martes Santo, en 1974, dentro de los actos de su L Aniversario; en 1983, cuando sólo pudo llegar la Virgen de la Angustia ya que el Cristo sufrió un accidente que le hizo pasar por el taller; y en 1999, con motivo de los 75 Años de la cofradía.

Pues bien, desde la pasada semana, habría que sumar un cuarto regreso algo 'suis generis'. Porque la titular mariana de la hermandad del Rectorado, la Virgen de la Angustia, ha llegado a las dependencias de la Facultad de Bellas Artes, anexa a la Anunciación, para ser sometida a una restauración por parte del profesor Francisco Arquillo. En este sentido, se espera que los trabajos se prolonguen durante los cuatro próximos meses y no se descarta que, habida cuenta de la estrecha relación existente entre el citado templo y la cofradía estudiantil, la reaparición pública de la talla se produjese en ella, extremo que, de momento, sólo pertenece al campo de la especulación y los sueños cofrades.

Sea como sea, lo cierto es que esta intervención que estaba prevista desde febrero (recuérdalo aquí) va a dar lugar a una situación, cuanto menos, curiosa y con una importante implicación sentimental para los más antiguos de los hermanos de Los Estudiantes. No en vano, la Virgen de la Angustia ha vuelto a la que fue su casa 24 años, desde que fue adquirida por la corporación en 1942 hasta 1966, consciente de que allí siempre habrá un sitio para Ella, donde la tratarán con todo el cariño del mundo, porque aunque aunque en las escrituras actuales aparezca como regente la Virgen del Valle su nombre también está escrito en ellas con letras de oro.