Los últimos tramos de mayo

Como quien no quiere la cosa, el mes de mayo se empieza a despedir de nosotros. Hoy viviremos el que será su último sábado entre nosotros, con todo lo que ello conlleva, sobre todo en clave cofrade. Por eso, no faltará prácticamente un rincón de la ciudad que no huela a incienso o tenga pasos por las calles, en una jornada tremendamente intensa y en la que, a grandes rasgos, no nos faltará prácticamente de nada. De hecho, tendremos nuestra ración de Cruces con la de Los Gitanos, San Benito, San Esteban, La O, El Baratillo, Los Negritos, la Virgen de Belén y La Carrasca, e, incluso, la de Rosarios Públicos con la Virgen de la Alegría de San Bartolomé. Por no faltar, no lo hará ni un Corpus, el de San Pablo, que llenará la tarde de sabor eucarístico.

Pero todavía habrá mucho más. Por ejemplo, en Juan XXIII, donde vivirán su día grande con la salida procesional de la Virgen de la Anunciación. Similares sensaciones se experimentarán en Alcosa, que volverá a postrarse a las plantas de su Patrona, la Virgen de los Desamparados. Mientras, por Las Avenidas se paseará la Virgen de la Salud, volviendo a ejercer de improvisada enfermera para todos sus vecinos. Tampoco faltará olor a incienso en Torreblanca, que acompañará como se merece a la Virgen de Esperanza y Caridad. Por su parte, María Auxiliadora prolongará su ciclo evangelizando en el Polígono Sur. Y, cerrando una agenda de lo más completo, el barrio de San Lorenzo se convertirá en prado para acompañar a la Divina Pastora de San Antonio.

Así, entre bulla y bulla, procesión y procesión, consumiremos las horas de este sábado que llega con la resaca de un Rocío que acabó definitivamente ayer con la llegada de las últimas hermandades y la de una festividad de María Auxiliadora cuyos efectos durarán algún tiempo más. Aunque, más allá de ir al rebufo de lo que ya ha pasado, esta jornada tendrá personalidad propia y atractivos más que suficientes como para llamar la atención de cualquier cofrade que se precie. No en vano, no hablamos de un día cualquiera, sino de aquel que servirá para hacernos caer en la cuenta de que mayo ya nos enseña sus últimos tramos.