De visita en visita

Definitivamente, el mes de junio va a ser tremendamente movido en la Capilla de los Marineros. Y no tanto por la hermandad de La Esperanza de Triana, sino por las visitas que recibirá por dos imágenes que estarán bajo su cobijo por primera vez en la historia y razones bien diferentes. La primera de ellas será la Virgen del Carmen de Sanlúcar de Barrameda, que como ya dijimos hace algunas fechas llegará a la 'Casa Grande' de la calle Pureza para ser presentada en sociedad tras la restauración a la que ha sido sometida (recuérdalo aquí). En este sentido, su llegada se ha adelantado sobre lo inicialmente previsto, hasta el punto de que tendrá lugar el sábado 1.

De igual modo, la talla permanecerá expuesta en el templo hasta la semana siguiente, cuando en la tarde del 8 procesione, cruzando el Puente, rumbo a la Torre del Oro, en cuyo embarcadero será recogida por una nave que la llevará río abajo rumbo a su localidad de origen. Su hueco será rápidamente cubierto por otra imagen mariana, la Virgen de los Dolores de Camas, que llegará en andas a Pureza en la tarde-noche del miércoles siguiente, esto es, el día 12 (míralo aquí), para iniciar los festejos y cultos de su Coronación Canónica. Es decir, que entre una y otra apenas habrá cuatro jornadas de por medio, el tiempo justo para preparar la sede canónica de La Esperanza de Triana para acoger en su interior el palio de la corporación del Gran Poder de la citada localidad aljarafeña.

A este respecto, cabe recordar que el día 14 será trasladada a la Catedral, donde permanecerá hasta el 15, cuando vuelva después de ser Coronada, de nuevo a Pureza, que le seguirá dando cobijo hasta la mañana siguiente, cuando vaya a Santa Ana, desde donde el lunes 17 regresará de nuevo a Camas, que la verá procesionar en loor de multitudes el 22. Así pues, y con todo ello, viviremos una situación cuanto menos curiosa en la Capilla de los Marineros, que se convertirá de este modo en el 'hotel ideal' para dos ilustres visitantes a nuestra ciudad, haciendo que este 2013 sea aún más irrepetible si cabe, y ya no tanto por ese Año de la Fe que está pasando casi de puntillas por la capital hispalense, sino por detalles que dificilmente podremos volver a ver de nuevo.