martes, 7 de mayo de 2013

¿Será esta vez la buena?

A finales de la semana pasada nos sorprendía una gratísima noticia. Monseñor Asenjo anunciaba la inminencia del inicio de las obras de rehabilitación de Santa Catalina, que llevaban paradas ya algún tiempo. En este sentido, se llega a asegurar que los trabajos empezarían antes de final de año y que se encontraban sólo a expensas de un informe arquitectónico que desvelaría el verdadero estado del templo (que según Palacio parece no estar tan mal como se pensaba) que llegaría en las próximas semanas. Del mismo modo, estaría cerrada la financiación, que correría a cargo de La Caixa, que se ha mostrado dispuesta a aportar a la causa alrededor de 150.000 euros, es decir, superando en más de un 50 por ciento los 93.490 que prometió en su día la Junta.

Así las cosas, parece que, esta vez sí, por fin se pondrán solventar los problemas que sufre esta iglesia que, no lo olvidemos, el año que viene conmemorará el X Aniversario de su cierre. No obstante, durante este tiempo, hemos visto y oído promesas similares, como cuando se acabaron los trabajos de sus cubiertas, sin que se cumpliesen plazos ni se viesen avances (recuérdalo aquí). Cierto es que ahora la implicación del Arzobispado en toda esta historia parece más decidida y decisiva que anteriormente, pero, una vez más, habremos de andar con pies de plomo y dar tiempo al tiempo, pues la crisis está causando cada día más estragos, los recortes llegan a todos lados y, después de tanto, nadie asegura que no volvamos a ver parones que nunca hubiésemos deseado.

Sólo queda esperar que esta vez sea la definitiva, algo con lo que sueñan en las hermandades de La Exaltación, Santa Lucía y El Carmen, quienes no ven el momento de dar por acabados sus 'exilios' en San Román. Toca dejar que el calendario siga su curso para que confirme o desmienta cuando se llevará a cabo el traslado definitivo, el de vuelta a casa. El devenir de los acontecimientos será el que se encargue de fijar, ojalá esta vez sí, su fecha. Ganas sobran para que así sea. No queda más que cruzar los dedos, rezar porque los buenos propósitos no cambien y, tras demasiados intentos que no llegaron a nada, por fin sea esta la buena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario