miércoles, 1 de mayo de 2013

Mirando a 2014

Después de tres años consecutivos quedándose en casa, no es de extrañar que las hermandades del Martes Santo ya miren al 2014. Y ya no sólo para encontrar consuelo por la situación, pensando en que quizás las cosas cambien dentro de poco menos de doce meses y por fin la normalidad regrese a una jornada a la que la suerte ha dado recientemente la espalda. También se hace pensando en estrenos que harán más especial si cabe una hipotética estación de penitencia. Es lo que ocurre en El Cerro del Águila, donde esperan ver el próximo 15 de abril al Señor del Desamparo y Abandono de un modo distinto.

No en vano, en estos días ha sido trasladado su paso al taller de los hermanos Caballero, quienes se encargarán de finalizar los trabajos que aún quedaban pendientes sobre su canasto. De hecho, esta obra, estrenada en 2001, siempre ha tenido una apariencia más austera de la inicialmente prevista por la situación económica que atravesaba por entonces la corporación y que retrasó hasta 2006 la introducción de nuevas piezas encargadas a enriquecerlo. Ahora, la situación es bien distinta y se espera que no haya problemas para que por fin se pueda dar por finalizado uno de los grandes proyectos que ha acometido la corporación en su historia.

Así, para el Martes Santo de 2014 estaría acabada la primera parte del mismo, permitiendo que los esfuerzos se puedan centrar a partir de ese momento en los respiraderos, sobre los que también habrá cosas que hacer. Sea como fuere, lo cierto es que en El Cerro ya están poniendo de su parte para que la próxima vez que veamos al Señor del Desamparo y Abandono en la calle lo apreciemos de manera distinta, como si fuese casi la primera vez que sale. Motivos habrá y de sobra para ello. Sólo restará cruzar los dedos y esperar con todas las fuerzas del mundo que el tiempo acompañe.

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