viernes, 7 de junio de 2013

Andamios de verano

Suele ser una auténtica costumbre por estas fechas. Todo es que comience a apretar el calor y la Giralda se pone lo que podríamos denominar como su ropa de verano, con unos andamios que cambian de zona pero con los que comparte los rigores del termómetro desde hace siete años. En esta ocasión, estarán con ella, en principio, hasta mediados del mes de julio, como fruto de unos trabajos de restauración que serán llevados a cabo de manera íntegra por el Cabildo Catedralicio y que buscan que una parte de la torre más importante de la ciudad brille como nuevo en apenas unas semanas.

En este caso, se inspeccionará y limpiará la zona del campanario de la fachada sur, dentro de los trabajos que se están llevando a cabo en ese punto del templo metropolitano y que, en los últimos meses, ha tenido a la Puerta de San Miguel como uno de sus principales focos de interés. A este respecto, cabe indicar que esta revisión tendrá lugar justo cuando se cumplen tres lustros desde que se restauraron las campanas, allá por el año 1998. Ahora, le toca el turno a una de las paredes que les da cobijo desde entonces.

Por tanto, en el próximo mes y medio veremos a la Giralda de un modo diferente a como siempre la queremos observar, con unos andamios que estaremos deseando que desaparezcan para poder disfrutarla como merece, incluso habiendo rejuvenecido unos añitos. Aunque sólo sea por uno de sus lados, aunque suficiente como para volver a sacar pecho por esa maravilla que nos regalaron los andalusíes, reformaron los cristianos y se quedó para siempre como seña inequívoca de identidad para todos los sevillana

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