La pasada semana vivimos una situación, cuanto menos, pintoresca en Arahal. Allí, la Virgen de las Angustias estuvo a punto de quedarse sin salir de manera extraordinaria el pasado sábado por la confusión que creó a quién se le había concedido realmente la Medalla de Oro de la localidad hispalense. Un hecho rocambolesco y que, al final, se ha resuelto por Palacio permitiendo la procesión, aunque anunciando que se abrirá una investigación al respecto de la polémica a lo largo de los próximos meses, depurando responsabilidades según fuese necesario.
Todo se debe a que según el Ayuntamiento de Arahal y la propia legislación esa condecoración fue concedida a la hermandad por su acción social y nunca a la imagen, puesto que esto no sería posible con la ley en la mano. Sin embargo, el Arzobispado sí permitió la salida al haber tenido noticias de que era la Dolorosa la receptora de la presea, razón por la cual dio su visto bueno a la extraordinaria, reculando después cuando se supo que no era así. Es más, el propio delegado diocesano, Manuel Soria, invitó a la cofradía a no salir, aunque horas después desde Virgen de los Reyes se hizo la vista gorda con la promesa de ahondar en el asunto.
Desde la corporación defienden que la confusión se ha debido a que algunos miembros de la misma depositaron papeles falsificados en el buzón del Palacio Arzobispal. También hay quienes defienden que todo se debió a una confusión en relación a quién había recibido la condecoración. Sea como fuere, en los próximos meses saldremos de dudas, después de que tuviese lugar una salida extraordinaria que estuvo a punto de quedarse en casa. Todo aderezado con una de las situaciones más rocambolescas que se recuerdan, donde una Medalla de Oro no deparó sólo alegrías, sino también demasiados quebraderos de cabeza.
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